Normalmente, la decoración del dormitorio es algo que dejamos para lo último. No obstante,
este es el espacio donde podemos descansar al final de nuestro día, algo primordial para
nuestro bienestar y salud.
Además, este es nuestro lugar privado y personal donde pasamos gran parte del tiempo,
por lo que su decoración nos debe transmitir sensaciones de tranquilidad, calidez y
comodidad.
Si estabas pensando en renovar tu cuarto, en este artículo te traemos múltiples consejos
para implementar y crear un espacio bonito, agradable y funcional.
El mueble más importante, la cama
Comenzamos por la parte protagonista de la habitación: la cama. Al elegir todo lo que la
conformará, no solo debemos priorizar nuestro descanso y salud, sino también la estética,
ya que será el mueble que más llamará la atención.
Respecto al colchón, y considerando que durará muchos años, es recomendable hacer una
buena inversión para tener un correcto descanso, el cual se verá reflejado luego en nuestra
productividad y ánimo durante el día.
Sobre la ropa de cama, no podrán faltar varias capas conformadas por sábanas, edredón y
muchos cojines, así como también una manta en el pie de la cama. La sumatoria de todos
estos generará una sensación de confort y calidez en el ambiente. Es una forma muy fácil
de aplicar color, texturas y patrones a la habitación.
Por último, tenemos el cabecero de la cama. Estos dan un aspecto más bonito y glamuroso
a la cama, además de que ayuda a aislarnos del frío de las paredes.
Más texturas
Además de la ropa de cama, hay muchos otros textiles que se pueden implementar. Todas
estas texturas permitirán que el ambiente no luzca vacío y aburrido.
Entre estos textiles, nos encontramos con las alfombras. Es ideal que estas se ubiquen a un
lado de la cama para que, al levantarnos, no pisemos sobre un suelo frío.
También, podemos colocar papel tapiz con alguna estampa llamativa en nuestras paredes.
Será una excelente forma de darle vida y llenar nuestro espacio.
Cuando elijas tus textiles, opta por aquellos que sean suaves, elegantes y neutros, para que
puedan ser utilizados en cualquier temporada y durante varios años.
Tonalidades agradables
La elección del color es otro pilar fundamental en la decoración de nuestro cuarto. El
emplear un único color o usar demasiados puede crear un ambiente con las sensaciones no
buscadas. Lo mismo si optamos por las tonalidades erróneas.
En principio, debemos pensar en aquellas que nos transmitan calma y relajación para un
mejor descanso. Entre ellas, nos encontramos con el blanco, los colores cremas, el rosa, el
lavanda, el verde y el azul. Todos ellos en sus tonalidades más claras.
Esto no significa que no puedas utilizar colores llamativos, sobre todo si deseas generar
contrastes. Sin embargo, te recomendamos que no sean los protagonistas de la habitación,
sino que los implementes en detalles, como accesorios o muebles de poco volumen, para
que no llamen tanto la atención.
Hacer una buena elección de colores te ayudará a decorar tu habitación y conseguir un
espacio armonioso fácilmente.
Una correcta iluminación
Respecto a la iluminación, es una buena alternativa contar con varias fuentes de luz para
distribuirla. Esto te permitirá elegir la tonalidad o intensidad que desees, de acuerdo a cada
actividad que realices durante el día.
Entre las lámparas más comunes, nos encontraremos con las de noche, de techo, de pie,
de cabecera, de pared y de lectura. También puedes optar por un atenuador de luz.
Por otra parte, tenemos la luz natural. Con ella, deberás procurar que nada interrumpa su
paso a través de la ventana. Puedes colocar un espejo en frente para potenciarla y
expandirla por toda la habitación. Esto también hará que el cuarto luzca más espacioso.
Disposición del mobiliario
Asimismo, nuestra habitación no solo será utilizada para descansar, sino también para
muchas otras actividades. Es por ello que es importante, si disponemos del espacio,
delimitar ciertas zonas y contar con el mobiliario necesario.
En principio, nuestro dormitorio será el lugar donde guardaremos muchas de nuestras
pertenencias. Por este motivo, debes asegurarte de contar con suficientes muebles de
almacenamiento, como una cómoda, mesita de noche, baúl o armario, para poder tener al
alcance y de forma organizada.
Luego, puedes colocar un pequeño sillón y una estantería en alguna esquina para utilizar
como zona de lectura o para hablar con tu familia.
Por otra parte, y aunque no es lo más recomendado por los diseñadores, en muchas
ocasiones no tendrás otra opción que colocar tu lugar de trabajo o estudio. Para ello,
deberás colocar esta zona lo más alejado posible de la cama. Lo mejor será que se ubique
un pequeño escritorio debajo o cerca de tu ventana.
Debes procurar que el mobiliario tenga el tamaño adecuado. Para ello, antes de realizar
cualquier compra, lo mejor es crear un dibujo esquemático de dónde irá cada pieza y así
saber con qué espacio contamos para cada mueble.
Si visualizas que tu espacio es muy reducido, lo mejor será que recurras a los muebles
multifuncionales.
De esta forma, no solo podrás incorporar pequeños ambientes en tu habitación, sino que te
asegurarás de que la misma no luzca sobrecargada, lo que podría impedir el fácil
movimiento o causar estrés.
Conclusión:
Cuando hablamos de nuestro dormitorio, recordemos que este es nuestro espacio privado y
personal, el cual debemos adaptarlo a nuestras necesidades para sentirnos cómodos. Por
ello, no siempre debemos dejarnos llevar por lo que vemos en la web o en la vivienda de
nuestros conocidos.
Para facilitar el proceso, podemos elegir un color o temática que se adapte a nuestros
gustos y nos inspire. Además, debemos tener en cuenta que todas aquellas decisiones que
tomemos puedan perdurar por algunos años y no nos cansemos rápidamente.
Sobre la autora
Gina Parente
Miembro del equipo de profesionales de
Materialesdefabrica.com y Habitium.com
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