¿Cuánto tiempo y cómo se debe ventilar la casa?
Con el coronavirus se debe ventilar bien la casa, pero ¿cómo ventilar sin desperdiciar energía
Así, al menos habría que ventilar cada estancia de 10 minutos a una hora. En todo caso, no abrir demasiado tiempo las ventanas para que no se produzcan pérdidas térmicas estará condicionado por la cantidad de ocupantes, la carga de vapor y olores y la temperatura exterior. Quizá tengas que ponerte un jersey más abrigado en algún momento, pero a cambio pensarás con claridad, los niños serán más receptivos al aprendizaje y tú podrás conciliar el sueño plácidamente y ser más productivo.
Conviene recordar que una ventilación deficiente es igual a condensación, humedad y altos contenidos de CO2, causado, por ejemplo, por la respiración, las velas, las chimeneas, cocinar, secar la ropa, ducharse y una serie de materiales que conviven con nosotros.
Y aunque cada persona tiene la responsabilidad final en materia de ventilación, también es cierto que en los proyectos de viviendas unifamiliares es donde hay una conciencia mayor en esta materia. En estos casos se diseña aplicando las ventajas de la ventilación cruzada en huecos que, por su ubicación y tamaño, fuerzan el barrido del aire.
Como la autorregulación puede traer un exceso o una carencia de ventilación, desde el año 2006 la ventilación en viviendas nuevas y rehabilitadas dejó de ser exclusivamente natural.
La primera, la híbrida, combina la ventilación natural con la mecánica, haciendo uso de esta cuando las condiciones naturales no son las favorables para conseguir una adecuada circulación del aire. Y la segunda es exclusivamente electromecánica y es la que se emplea en otros países europeos desde hace décadas. De esta forma, el aire debe circular desde los locales secos y menos contaminados, como dormitorios, salas de estar y comedores, donde se ubican las bocas de admisión, a los locales húmedos, como aseos, baños y cocinas, desde donde se extrae el aire al exterior, mediante aberturas de extracción conectadas a conductos instalados en la cubierta.
Entre ambos puede haber espacios de transición o paso, como pasillos, donde se ubican las aberturas de paso, que puede hacerse, por ejemplo, a través de la parte inferior de una puerta, mediante rejillas o pasos montados en los marcos.
Esto hace que el aire fresco que entra por el espacio intermedio entre el marco y la hoja se caliente, debido a que la temperatura media que tiene esta zona es más elevada. Este aire sale por el lado interior, a través de un perfil de compensación de presiones situado muy por encima de la altura de la cabeza.
Se puede montar una vez colocada la ventana, no requiere atención para su funcionamiento y contribuye a renovar el aire, incluso si te ausentas por períodos largos.
Conviene insistir en las ventajas de la ventilación cruzada y de las ventanas de techo, y en la necesidad de abrir las mismas al menos tres veces al día, después de levantarte, cocinar, tomar una ducha, reuniones varias o secar la ropa, especialmente con lo que nos está enseñando la pandemia del coronavirus. Recuerda que el tiempo de ventilación se incrementa a medida que aumentan los ocupantes.
Hace falta alcanzar un término medio en el que coexistan tanto las exigencias en materia de ahorro energético como las de calidad del aire interior.