Energía renovable para la vivienda
La sobreexplotación de combustibles tóxicos, como el petróleo, han provocado la crisis climática irreversible que vive el presente. Con el objetivo de frenar y mitigar los efectos que ha generado la capa de efecto invernadero que se ha generado tras el uso de recursos contaminantes durante décadas, la comunidad científica sintió la necesidad de buscar alternativas más sostenibles y respetuosos con el medio ambiente para el consumo eléctrico del hogar. Es así como las energías renovables, que proceden de fuentes naturales, inagotables y gratuitas.
El uso, así, de las energías renovables han emergido con fuerza en los últimos años y se postulan en el presente como una apuesta fértil que sea capaz de ofrecer suministro sin la necesidad de emitir partículas nocivas para el Co2 del planeta. Cada vez son más hogares los que deciden instalar esta forma de obtener consumo de gas y electricidad. Esta tecnología garantiza la eficiencia energética, además de un ahorro considerable en las facturas mensuales que puede llegar hasta el 70 %.
Tanto es el compromiso que augura por el crecimiento de estas energías que las autoridades ofrecen descuentos y bonificaciones a todas aquellas instalaciones que se requiera para uso particular o compartido con una comunidad de vecinos. Estas ayudas pueden ir desde los 3.000 euros a los 6.000, dependiendo de las características que presente la instalación.
De este modo, esta energía verde y ecológica busca adaptarse a las viviendas para lograr estar al alcance de todo. Pese a que el precio medio en el mercado es mayor que otros sistemas, lo cierto es que se trata de una inversión que a largo plazo asegura la devolución de todo el desembolso inicial. En la actualidad se han conseguido desarrollar instalaciones que permiten comodidad y seguridad en los inmuebles, pues garantiza la independencia energética y una reducción de dinero en los recibos.
Tipos de energía renovable para el hogar
Algunos modelos que pueden abastecer energía para la casa son:
Esta energía verde, como su propio nombre indica, recoge el aire ambiental a través de una bomba de calor que la transforma en consumo a posterior para la vivienda. Estos aparato se han diseñado para refrigerar el aire en verano, calentarlo en invierno y garantizar el agua caliente en la casa. Se trata de una tecnología limpia que es capaz de extraer casi el 80 % de la energía eólica.
Se trata de una instalación que apenas requiere de un mantenimiento periódico, por lo que no es necesario depender de un técnico que supervise el montaje cada cierto tiempo. Su consumo, por lo tanto, es bajo, asegurando así una eficiencia energética sostenible, limpia y respetuosa con el medio ambiente.
- Geotermia
La energía geotérmica es otro ejemplo de recurso renovable que extrae el calor del subsuelo empleando el mismo sistema que el anterior ejemplo de la aerotermia. No obstante, su rendimiento depende en gran parte del tipo de suelo que se use, por lo que se recomienda que se emplee en zonas con temperaturas frías en invierno y en terrenos calurosos durante la época veraniegas.
Un subsuelo de 15 grados ya es capaz de generar un gran ahorro no solo en el consumo sino también en el bolsillo. Pese a que esta temperatura no es capaz de proporcionar suficiente suministro, se puede combinar con una bomba de calor para poder convertir en energía calorífica el hogar.
- Energía solar
Se trata, sin duda, del sistema de energía renovable más conocido y demandado por los usuarios. Las placas solares se colocan en los exteriores de una vivienda, ya sea una terraza com el tejado o los patios para recoger la radiación del Sol y transformar sus beneficios en consumo eléctrico. A día de hoy, debido a su demanda en el mercado, resulta un sistema barato, en comparación con otras instalaciones verdes, y la amortización de todo el desembolso se recupera en una media de 8 años, ya que las facturas eléctricas que llegan al hogar responden a un ahorro casi del 60 %, dependiendo del montaje realizado.
Las placas solares no dependen de días soleados o nublados, pues al extraer la radiación y no la luz que transmite, no es necesario preocuparse por tal factor. De todas formas, las baterías sirven de almacenamiento de suministro para poder usar por la noche, por ejemplo, o en días de débil producción.
Es un sistema que no precisa de red eléctrica convencional; funciona de manera independiente, de manera que, si se desea volver a la instalación habitual, el usuario tan solo debería volver a dar de alta los servicios.
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